martes, 14 de mayo de 2013

Cortometraje 38




Lo siento, nos han engañado. Nos han dicho y nos los hemos creído... Nos han dicho que  comprando íbamos a ser más felices pero si compramos barato y nos llevamos mucho (incluso cosas que ni siquiera nos pondríamos nunca o quizás aquello que nunca vas utilizar) vamos a ser aún más felices, pero si compramos cosas de marca y ''baratas'' y en gran cantidad vamos a ser muchísimo más felices. De esa manera pasamos nuestra vida en un círculo vicioso:
  1.        Primero nos enseñan a ser infelices e inconformistas: Nos muestran anuncios con gente irreal a la cual tienes que parecerte para quererte a ti misma/o, nos hacen creer que un hombre es más hombre por tener un coche! y si tienes coche no puede ser un coche cualquiera... Tu casa DEBE estar igual de limpia que la del anuncio para ser una buena mujer, tu piel debe de estar como la chica que han estado maquillando 5 horas pero ellos te dirán que es la crema y tu frustración aumentará al comprobar que a ti no te hace efecto. PORQUE AÚN TE CREES SUS PALABRAS!. Una vez que no te aceptas a ti mismo porque has dejado de quererte y de valorarte y tu autoestima está por los suelos ya estás preparado para el siguiente paso
  2.             Es la hora de comprar: Como buen ciudadano al que han dejado sin personalidad y han pisoteado su autoestima te diriges a comprar tu felicidad y compras y compras y compras y compras y llegas a casa y por un momento te sientes bien contigo mismo. Olvidando que tú eres el mismo, tu esencia siempre es la misma.
  3.        Comienza el tiempo de tirar: Lo que has comprado ya no te sirve porque ha pasado de moda o se te ha roto o simplemente te has cansado. Y tiras y tiras y tiras pero te das cuenta de que te has vuelto a quedar sin nada, que tu ropa está pasada de moda y te sientes feo/a. No te preocupes no eres tú, hacen las cosas para que duren poco y te programan para que tú lo sientas así. 
  4.       Después de sentirte un rato mal contigo mismo/a vuelves a comprar y otra vez el ciclo.



Es posible que creas que esta actitud no hace daño a nadie pero al otro lado del planeta hay  alguien o miles de personas esclavizadas a los que por nuestro afán por consumir se les esclaviza aún más.
Mirar las etiquetas e intentar no comprar en aquellas tiendas que se sepa que utilizan mano de obra barata puede ser el principio para que dejen de cometer estos abusos y   dejen de seguir vulnerando  los derechos humanos.
Lo que ha ocurrido en Bangladesh solo es la punta del iceberg. Luchemos para que todos tengamos los mismos derechos en el Sur o en el Norte.

(Si te interesa el tema, la entrada del 12 de Mayo trata con mayor detalle lo ocurrido en Bangladesh)

La diferencia entre nosotros y ellos es que ellos nacieron allí y tú aquí. Nada más nos separa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario