El trabajo infantil supone una grave vulneración de los derechos más básicos de la infancia: daña el desarrollo físico, mental, emocional o moral de los niños y niñas; les priva de la posibilidad de ir a la escuela; son separados de sus familias, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades.
En definitiva, el trabajo infantil roba a los niños su infancia y sus posibilidades de desarrollarse.
Unicef España ha lanzado la campaña “Cambiemos la letra”. ¿Quieres saber en qué consiste?
Accediendo a la página web www.cambiemoslaletra.com, podrás cambiar la letra de una conocida canción infantil en la que se habla de niños que no podían jugar por tener que hacer distintas tareas domésticas, en vez de vivir como lo que verdaderamente son: niños.
Unicef recuerda que cerca de uno de cada seis niños de entre 5 y 14 años sufren trabajo infantil y, pesar de que afecta a más niños que a niñas, los trabajos que realizan las niñas están más ocultos, como es el caso del trabajo doméstico y algunas de las peores formas de trabajo infantil, como la prostitución o la pornografía.
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